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Alimentación científica: Un vistazo a la importancia de la investigación constante en nutrición

Por: Abisag Villarreal Pretto

La buena alimentación es la base de una vida saludable. Si entrevistamos al azar un grupo de personas en la Central de Buses o en un supermercado preguntándoles qué opinan de esta frase, la gran mayoría estará de acuerdo en que es cierta. Si la segunda pregunta es “¿aplicas esta frase a tu vida y porqué?”, la respuesta más común posiblemente será “más o menos, porque es abrumadora la información al respecto que a veces no sé qué creer”. Y es que, a pesar de ser una frase muy simple, puede ser a la vez confusa. ¿Qué es una buena alimentación? ¿Qué tipo de dieta puede ser considerada “buena”? ¿Qué es una vida saludable? Son preguntas que requieren de una respuesta bien formulada. La situación mundial presenta muchos retos en este sentido. El consumismo actual que involucra el abuso animal y el deterioro del medio ambiente consigo una diversidad de dietas que se aferran a principios éticos pero que carecen de fundamento científico. La saciar la demanda mundial, la popularidad de la “comida rápida” en un mundo donde se vive para trabajar en vez de trabajar para vivir, los altos índices de enfermedades crónicas como la diabetes y de trastornos de la alimentación como la obesidad, así como el papel de la educación, la industria alimentaria y los gobiernos en temas nutricionales, hacen de la nutrición un objeto de investigación importantísimo.

En la actualidad existen muchas campañas que promueven una alimentación saludable, pero a la par están de moda la dieta Cetogénica, la Vegetariana, la Vegana, la Paleo, la Carnívora, el Frutarianismo, la Dieta de Insectos o Entomofagia, entre muchas otras, y cada una alega tener en su poder la clave de la alimentación saludable. Lo para la población que no maneja información científica sólida para tomar decisiones alimenticias y evidentemente la niñez es el grupo poblacional más afectado. La tarea de establecer recomendaciones claras y permanentes compete al sector profesional quien debe realizar investigaciones de calidad en temas de nutrición. Para llevar esto a cabo es crucial considerar el carácter cambiante de las evidencias así como el influjo de la industria alimentaria que muchas veces es orientado al factor económico ignorando totalmente el factor salud. En este último punto entra el rol del Estado; al final es quien tiene los mecanismos para someter la industria así como la responsabilidad primordial de proteger a la población empezando con el derecho humano al alimento y la salud. Todo lo anterior enumera los factores que sumados plantean el objetivo de este ensayo: la importancia de la investigación en Nutrición.

Las sociedades modernas obedecen a un sistema económico que crea una dinámica de vida muy accelerada que afecta Por ejemplo, en una familia funcional de clase media, el padre y la madre se levantan cerca del amanecer para despertar a sus hijos y en conjunto se preparen para dirigirse al trabajo y/o al colegio. Todo se realiza contra el tiempo ya que se debe cumplir con un horario considerando el tráfico pesado, los eventos inesperados como el mal clima o los accidentes vehiculares entre otros compromisos; una cita médica por ejemplo. En este escenario común de vida rápida y comida rápida lo que se pone en último lugar es la alimentación y de desayuno le damos un plato de cereal a nuestros hijos e hijas. No obstante, papá y mamá creen a ojos cerrados que ese plato de cereal es la opción perfecta. La industria alimentaria a través de los medios masivos de comunicación, el diseño bonito de las cajas y grupos científicos corruptos se ha encargado de hacernos creer que los cereales son una opción saludable. Para crear una imagen visual, casi la mitad de una caja de cereal Kellogs es azúcar y de la peor clase: jarabe de maíz de alta fructosa. Su consumo provoca un pico de insulina; hormona que se ocupa en convertir la glucosa en grasa. La cantidad de glucosa ingerida es tan excesiva y las personas que la consumen hacen tan poca actividad física para usarla como energía, que comienza a almacenarse en el cuerpo creando obesidad. Al final del asunto, los niños y niñas van a consumir confiados el alimento que provean en casa, las personas adultas están atoradas en un ritmo de vida accelerado en el que leer las etiquetas de los alimentos es lo menos importante y la investigación en nutrición presenta dificultades que empeoran la situación.

Entrando en el tema de la investigación en Nutrición, para determinar si un alimento es recomendable o no, se deben estudiar los factores de riesgo junto al desarrollo de una enfermedad. Muchas enfermedades tienen un origen multifactorial en el que además de la alimentación se deben considerar factores como el sedentarismo o el estrés y esto hace la investigación mucho más compleja. El doctor que hay algunas patologías que se desarrollan tras una larga exposición (alrededor de 10 años) al factor de riesgo (como la diabetes) y esto complica la investigación a la hora de establecer lo que puntualmente causa una enfermedad[1]. Otra dificultad en la investigación nutricional es la metodología de medición de la exposición, la cual podemos ejemplificar fácilmente con el azúcar. Este elemento puede ser presentado como azúcar total, azúcar añadido, azúcar libre o azúcar extrínseco y al momento de realizar estudios se presenta una confusión al comparar investigaciones que utilizan nomenclaturas diferentes. Otro factor desconcertante son las discrepancias en las recomendaciones alimentarias de grupos de expertos contra las de instituciones. Por ejemplo, siguiendo con el azúcar, los 100% procedentes de frutas están incluidos en la definición de azúcar añadido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero otros organismos los consideran dos productos distintos. Se suman a las dificultades de investigación la influencia de la industria alimentaria que durante décadas en Estados Unidos desvió la atención del azúcar hacia la grasa. Existe evidencia de compañías como Coca Cola Company y Pepsico que se encargaron de patrocinar instituciones de salud pública y hacer presión contra 29 proyectos de ley destinados a reducir el consumo de refrescos y mejorar la nutrición de la población. Muchos trabajos de investigación que buscan relativizar el impacto del azúcar con el origen de ciertas patologías tienen vínculos con Kellogg y las dos empresas mencionadas anteriormente. Lo anterior no necesariamente invalida las conclusiones de dichos estudios, pero los resultados convenientes a sus intereses económicos y el antecedentes de patrocinios a instituciones de salud pública crea cierta incertidumbre al respecto.

En conclusión, la naturaleza cambiante de las evidencias y las múltiples dificultades que se presentan en el terreno de investigación nutricional obligan al profesional sanitario, el/la nutriólogo(a) en este caso, a desarrollar el pensamiento crítico, cultivar la curiosidad y permanecer en un estado de averiguación constante. Los tipos de investigación a los que ha de recurrir no se limitan al científico sino que ameritan apoyarse del intuitivo, el empírico, el filosófico, entre otros ya que los problemas a los que se enfrentará necesitan de soluciones multidisciplinarias. La mayoría de los estudios relacionados a la alimentación no son concluyentes y es por esto que no es apropiado transmitir a los y las pacientes pautas, recomendaciones o prohibiciones con rigidez en base a evidencia insuficiente. El profesional en la rama de nutrición debe tener un perfil de investigador con vocación científica y conocimientos en constante actualización de manera que su aporte sea relevante a la situación actual.

Las personas tienden a seguir una dieta por moda más que por evidencia científica y muchas familias siguen la rutina de la vida rápida y la comida rápida sin darse cuenta de que están arrastrando a sus seres queridos hacia la enfermedad y posiblemente a una muerte precoz. Para que la situación deplorable en términos de salud pública cambie, esto debe cambiar primero. Si deseamos caminar en esa dirección es necesario recalcar que la base del éxito en una alimentación saludable siempre En muchas ocasiones el Estado, la industria alimentaria e incluso nuestra familia nos va a fallar en el aspecto educativo en cuanto a nutrición se refiere. Tanto el/la profesional como los/las estudiantes en nutrición debemos tomar parte de la responsabilidad y animar a cada paciente a convertirse en investigador(a) en beneficio de su propia supervivencia y la de su familia; educarse continuamente en este tema es el fundamento de una vida saludable.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Referencias 

Rodríguez Delgado, Juan (2019). Recomendaciones nutricionales y evidencia científica: ¿hay más dudas que certezas?. Pediatría Atención Primaria, XXI(81), 69-75.[fecha de Consulta 6 de Septiembre de 2020]. ISSN:1139-7632. Disponible en: https://www.redalyc.org/jatsRepo/3666/366659675016/366659675016.pdf

Ecoportal. 2015. Kellogs está envenenando a tus hijos: La estafa de los cereales en el desayuno. Recuperado en https://viaorganica.org/kellogs-esta-envenenando-a-tus-hijos-la-estafa-de-los-cereales-en-el-desayuno/

Alimente. 2018. Alimentación del futuro: Los insectos han llegado (para quedarse). Recuperado en https://www.alimente.elconfidencial.com/nutricion/2018-03-13/insectos-bichos-base-dieta-futura_1501244/

[1] Rodríguez Delgado, Juan (2019). Recomendaciones nutricionales y evidencia científica: ¿hay más dudas que certezas?. Pediatría Atención Primaria, XXI(81), 69-75.

 

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Requisitos para Admisión:

Licenciatura ejecutivas.
  • Ser mayor de 20 años.
  • Certificado original de preparatoria.
  • Acta de nacimiento.
  • CURP.
  • Carta laboral.
Maestrías
  • Acta de nacimiento original.
  • Certificado de estudios profesionales legalizado en Original.
  • Titulo y Cédula.
  • CURP.
  • INE.

– Enfrentar los retos y asumir riesgos.

– Creer que todo puede mejorar y pensar diferente.

– Diagnosticar con efectividad las oportunidades de mejora y las trabajamos en equipo.

– Diseñar, planear e implementar soluciones.

– Aceptar el cambio como mecanismo necesario e imprescindible en la vida.

– Buscar la diferenciación e impulsar el potencial creativo de las personas.